Las vistas desde el restaurante son impresionantes, especialmente a la hora del desayuno.

El baño es minúsculo, apenas hay espacio para moverte. No entiendo cómo pueden poner tantos huéspedes en una habitación tan pequeña, ¡fuimos practically apretados! Además, el desayuno fue una decepción total. la variedad era pésima y la reposición tardó demasiado. Me esperaba más de un hotel que presume de calidad.

La terraza ofrece vistas espectaculares de la ciudad, lo que hizo que cada desayuno fuera una experiencia inolvidable.

El baño es bastante pequeño y resultó incómodo, especialmente para compartir entre cuatro personas.

para ser un hotel que presume de su calidad, me sorprendió encontrar un lavabo tan pequeño. No puedo creer que en un lugar donde la comida debería lucir, el restaurante se me hizo tan insípido. Me esperaba un trato de estrella, pero solo obtuve lo básico. casi escribo una buena reseña, pero simplemente no pude.

Las vistas impresionantes del desayuno

La ubicación del Adamar Hotel es inmejorable, a pocos pasos de la Mezquita Azul y el Gran Bazar. El personal siempre mostraba amabilidad y disposición para ayudar, haciendo de nuestra estancia un placer.

El desayuno, aunque en un lugar hermoso, carecía de variedad. Algunas mañanas, los alimentos se agotaban y no se reponían con rapidez, lo que resultó un poco decepcionante.

Desayuno delicioso con vistas espectaculares cada mañana.

Vistas espectaculares desde la terraza.

Ubicación perfecta y desayuno con vistas espectaculares

Mi estancia fue muy agradable, ya que la ubicación del hotel es inmejorable y te permite explorar los principales atractivos turísticos a pie. Destaco el desayuno en la azotea, que no solo es delicioso, sino que también ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad, especialmente a primera hora de la mañana. El personal fue realmente atento y servicial, lo que hizo que me sintiera muy bien atendido durante toda mi visita. Sin embargo, me gustaría que hubiera más variedad en el desayuno, ya que, después de varias mañanas, comenzó a ser un poco monótono.

Recientemente me hospedé en el Adamar Hotel y quedé realmente sorprendido. Su terraza ofrece unas vistas que quitan el aliento, especialmente al atardecer. La atención fue muy buena, destacando el servicio amable de Ilhan. Aunque las habitaciones son pequeñas, el desayuno en la azotea era delicioso y variado, perfecto para comenzar el día mientras disfrutaba de la belleza de Estambul.

El lugar tiene una ubicación genial, a pasos de todo. Las vistas desde el desayuno son otra dimensión. El staff re buena onda, siempre con ganas de ayudar. Aunque el baño es un poquito pequeño, la limpieza impecable. ¡Ideal para recorrer!

La habitación era cómoda, con vistas impresionantes. La cama super cómoda, perfecto para descansar después de un día de turismo. El espacio es un poco limitado, pero al final no pasamos mucho tiempo ahí. El cuarto de baño estaba bien equipado, aunque pequeño. La limpieza diaria fue un buen detalle, siempre todo en orden. Sin dudas un lugar acogedor.

La ubicación es perfecta, a solo unos minutos a pie de atracciones como la Mezquita Azul y Santa Sofía. Las vistas desde la terraza son espectaculares y se disfrutan especialmente en el desayuno, donde la variedad de productos gourmet es un plus. Sin embargo, el baño resulta ser algo pequeño. La limpieza fue adecuada, pero el servicio de restaurante podría mejorar en la atención durante la cena, ya que el tiempo de espera fue un poco largo. Sin duda, una experiencia que recomendaría para disfrutar de la ciudad.

Ubicación espectacular, a solo minutos de la Mezquita Azul y Santa Sofía. Nos dejaron dejar las maletas gratis. Habitaciones cómodas y vistas impresionantes desde el restaurante en la cima. El servicio amable hizo nuestra estancia muy agradable.

Como un sheriff persiguiendo bandoleros, solo que el taxi a veces se olvidaba del precio acordado.

El restaurante panorámico fue una experiencia sublime, con vistas que me hicieron sentir como si estuviera desayunando en una nube, ¡incluso más alto que la Torre de Galata! Cada bocado de los platos turcos era como un festín, y el buffet del desayuno era más variado que un desfile de moda en Estambul.

Baño un poco compacto

recomiendo este lugar insistentemente para una escapada

Acogedora habitación, amable personal, el desayuno es delicioso y variado, con especialidades turcas que no te puedes perder, además de estar ubicado a solo 5 minutos de los principales puntos históricos y a dos calles de la estación de tranvía, lo que facilita el desplazamiento por la ciudad.

Todo fue maravilloso

La atención del personal fue excepcional, siempre listos para ayudar con recomendaciones locales. Las vistas desde el restaurante son simplemente increíbles y el desayuno ofrece muchas opciones deliciosas. Excellent para explorar a pie todos los lugares de interés.

Las almohadas podrían ser un poco más suaves para mayor comodidad.